En junio de 2024, Apple presentó uno de los movimientos más ambiciosos de su historia reciente: la integración de Apple Intelligence en sus dispositivos y, con ello, una reinvención de Siri. Aquella keynote prometía algo que muchos habían estado esperando durante años: un asistente verdaderamente útil, capaz de comprender el contexto del usuario, ofrecer respuestas precisas y ejecutar acciones teniendo en cuenta nuestra información personal. Entradas de conciertos, reservas de hotel, enlaces compartidos en Mensajes o ubicaciones del calendario: todo estaría al alcance del nuevo Siri.
El entusiasmo fue inmediato. Apple lo planteó como una transformación importante y, de forma implícita, como uno de los pasos necesarios para ponerse al día en la carrera por la inteligencia artificial (IA), acelerada tras el lanzamiento de ChatGPT en noviembre de 2022. Pero la ilusión se evaporó pronto. En marzo de este año, la compañía confirmó que la nueva versión de Siri no estaría disponible hasta 2026. El anuncio supuso un frenazo en seco. Para muchos, no fue solo una decepción: fue un golpe a la credibilidad que Apple llevaba años cultivando. Y, pese a ello, la empresa no ofreció demasiadas explicaciones. El futuro, simplemente, se posponía.
No podemos negar que Apple sabe cómo manejar los tiempos. Domina como nadie el arte de anticipar lo que está por venir, incluso cuando lo que presenta aparentemente no está del todo terminado. Lo insinuaba John Gruber, una de las voces más influyentes del entorno Apple, al señalar que algunas de las funciones presentadas en la WWDC probablemente no existían como tal. O, si lo hacían, estaban aún lejos de ser funcionales.
Los secretos detrás de una de las presentaciones tecnológicas más épicas de la historia
Y no es la primera vez. De hecho, esta estrategia tiene un precedente claro, quizá el más revelador de todos: la presentación del primer iPhone en 2007. Un evento que se ha convertido en mito dentro de la historia del marketing tecnológico, con Steve Jobs anunciando “un producto revolucionario y mágico”. Pero lo que pocos sabían entonces, y muchos aún ignoran hoy, es que aquel dispositivo apenas funcionaba el día de su debut. Literalmente.
Un reportaje de The New York Magazine, basado en entrevistas con antiguos empleados de Apple, desvela los entresijos de aquella keynote histórica. Entre los testimonios, destaca el de Andy Grignon, ingeniero senior responsable de los módulos de comunicación del dispositivo. Según cuenta, el software del iPhone estaba plagado de errores: las canciones se reproducían a medias, los vídeos tendían a bloquearse y el sistema podía colapsar si las tareas no se ejecutaban en el orden preciso. La memoria era tan limitada que bastaban unas pocas operaciones simultáneas para provocar un reinicio.
Ante semejante panorama, los ingenieros diseñaron una solución de emergencia: “el camino dorado”. Era una secuencia exacta de acciones que Jobs debía seguir sin desviarse ni un milímetro. Solo así podían asegurarse de que el teléfono no dejara de responder en plena demo. Para cubrirse las espaldas, Jobs tendría en el escenario varias unidades idénticas. Si una se bloqueaba, pasaría a la siguiente sin que el público se diera cuenta.
A esa tensión técnica, explican, se sumaba la exigencia estética. Jobs no quería que una cámara apuntase al dispositivo para mostrarlo en pantalla. Quería una proyección directa, limpia, sin interferencias visuales. Para lograrlo, los ingenieros incorporaron placas personalizadas y cables de vídeo que extraían la señal del propio iPhone y la enviaban al proyector. Era un sistema frágil y artesanal, pero cumplía su cometido: hacía que todo pareciera natural, casi mágico.

El WiFi era otro quebradero de cabeza. Con miles de personas en la sala, muchas con conocimientos técnicos, la conectividad podía verse comprometida. Para evitarlo, Apple modificó el software del AirPort encargado de dar conexión al iPhone, adaptándolo para operar en frecuencias reservadas a Japón, fuera del rango habitual en Estados Unidos. Un truco arriesgado, pero eficaz para asegurar una señal estable durante la presentación.
Las llamadas también estaban cuidadosamente preparadas. AT&T, por entonces socio exclusivo del iPhone, instaló una torre móvil portátil para garantizar una señal estable. Aun así, los dispositivos de demo estaban configurados para mostrar siempre cinco barras de cobertura, independientemente de la calidad real de la conexión.
Contra todo pronóstico, la presentación fue impecable. Jobs siguió el guion con precisión quirúrgica: mostró música y vídeos, navegó por páginas web, envió mensajes, hizo una llamada, exploró fotos con gestos táctiles y, en uno de los momentos más icónicos, usó Google Maps para localizar un Starbucks y pedir, como un guiño, 4.000 cafés. El público se rindió. Nadie podía imaginar que aquel iPhone tan avanzado era, al menos en ese momento, una puesta en escena perfectamente ensayada.
El nivel de secretismo fue tal que, según The New York Magazine, uno de los ingenieros entrevistados aseguró que algunos proveedores, como Marvell Technologies, no supieron hasta el mismo día de la presentación que sus chips de WiFi y Bluetooth se estaban utilizando en un teléfono móvil, y no en un iPod. Apple incluso diseñó esquemas falsos para despistar y evitar filtraciones.
Puede que estemos, una vez más, ante una de esas puestas en escena que Apple domina como nadie. No sabemos con certeza cuán avanzado está el nuevo Siri, pero lo cierto es que, a diferencia de lo que ocurrió con el iPhone, seguimos esperando para ver su propuesta más ambiciosa en años. Siri apunta a convertirse en una herramienta transformadora, pero por ahora no ha pasado de ser una promesa.
En Xataka | El nuevo M3 Ultra marca un punto de inflexión: Apple no creará una versión Ultra para cada generación
Ver 21 comentarios
21 comentarios
red1
¿Puesta en escena o engaño premeditado?
Me pregunto si otra empresa hiciera exactamente lo mismo ¿lo llamarian igual?
stranno
La presentación es historia de la telefonía, pero no me parece nada especial. Jobs sencillamente se dedica a intentar explicar el cambio de paradigma que supone el iPhone, pero desde una perspectiva de alguien que lo está probando por primera vez. Desde luego no es la típica explicación de características y novedades que haría el CEO random de cualquier otra marca, completamente técnica y aséptica, pero tampoco me parece la mejor forma de hacerlo. El tema es que DABA IGUAL. El iPhone era tan ciencia ficción en aquél 2007 que se vendía solo, no hacía falta ninguna explicación.
Aún así dio al menos dos de los grandes momentos de la historia de la telefonía. La primera vez que se hizo el gesto de pellizcar una pantalla para hacer o quitar zoom, que a la postre sería el gesto más popular de la historia de las pantallas táctiles y el gesto de facto para galerías. Y luego la integración del Maps, con tiendas, con la agenda, con el teléfono, que en aquella época era como estar viviendo en directo Star Trek. Una llamada bastante divertida que me parece el gran acierto de la presentación.
De nuevo, NADA de eso era necesario, el iPhone ya había cambiado el mundo y por una vez un eslogan (hemos reinventado el teléfono, lo hemos llamado iPhone) acabó siendo cierto. Aunque en ese momento no se sabía, toda la telefonía se había ido a la mierda.
Fue el principio del fin de Nokia, que había estado 10 años dominando el mercado sin ningún tipo de competencia real. Con un Nokia 5800 Xpress Music, un año y medio después del iPhone, que fue una de las peores respuestas en la historia de la tecnología, un teléfono lento, ortopédico, iterando sobre el kernel EK1, que llevaba como 5-6 años actualizándose a base de parches, con pantalla resistiva (MUY resistiva) y stylus. Un despropósito gigantesco. Tampoco es que el resto lo hicieran mejor. Con Nokia se fue también Motorola, Alcatel y tantas otras. Solo Samsung, HTC y Sony Ericsson aguantaron un poco el tirón de esos primeros años, pegándole a todos los palos: Windows Mobile, Android, Symbian, BREW, etc.
alexparra1
Recuerdos de cuando Apple era realmente diferencial, referente en innovación tecnológica y maestra del Marketing. El resto, desgraciadamente para muchos que respetábamos profundamente esa compañía, es historia.
Lo cierto es que, sea como fuere, se echan de menos unas personalidades como las del propio Steve Jobs / Johny Ive / Scott Forestall y compañía.
eslax
En aquella época en la keynote se mostró un producto real, trampeado pero que solo hacía falta pulir, lo que se vió estaba ejecutándose de forma real en el teléfono y aunque fuese de aquella manera, funcionaba.
Lo de Apple Inteligence y Siri han sido humo. Humo que han pospuesto por dos veces. Algo que viendo la meticulosidad de Steve Jobs en su momento con ese iPhone inacabado pero real, estoy seguro que a día de hoy no hubiese permitido esta bochornosa forma de vender humo que solo resta credibilidad a la marca. Pero Apple desde hace años no innova una mierda al igual que su competencia, así que tampoco hay muchos platos rotos que salvar realmente.
El párrafo final del artículo es de chiste, ¿Puesta en escena de Apple? Lo que les ha sucedido es una mala broma, no puedes promocionar algo que tienes en pañales von fecha fija y menos como estrategia de venta. Humo futurista.
hkakashi
La diferencia entre el producto que presentaron con el iPhone original y Apple Intelligence es que el iPhone pese a no funcionar en la presentación, sí lo hizo en su día de lanzamiento. Apple Intelligence es literalmente humo, es como llegar a clase, que te pregunten por los deberes, digas que te los has olvidado y el profesor te diga que vayas a casa a buscarlos y vuelvas. Pues esa es la situación de Apple ahora, no han hecho los deberes y le han mentido a los consumidores para que se compren un nuevo iPhone cuyo reclamo era precisamente Apple Intelligence.
Les va a caer una demanda y se la merecen.
mlax
Todo es marketing y vendeburrismo. Como mucho de lo que se ha vendido de Jobs.
powerjones
Vende motos en su máxima expresión
rafael.moyadelgado
Es de esas veces en la historia en las que el mundo se beneficia y agradece el resultado de la explotación laboral y de la tiranía de uno de esos "visionarios" y nadie dice nada, calladitos como...
Para más info, hay que buscar a conciencia, que lo tienen bien escondido.
O si el esfuerzo no es tu fuerte, te recomiendo la peli "Piratas de Silicon Valley", que cuenta con bastante precisión cómo unos pocos cambiaron el mundo para siempre.
fomlimalma
Steve jobs simplemente era un genio para vender cosas que cambian para bien la vida de los usuarios
xakaka
Steve Jobs fue celebrado por vender algo que aún no existía, una práctica que en cualquier otro contexto se llamaría estafa. Pero esa es la esencia del modelo estadounidense: prometer antes de cumplir, vender antes de tener.
¿Habría recibido el mismo aplauso alguien vendiendo humo desde otro país o sin una marca icónica detrás?